¿QUÉ NOS INDICA LA P.S.U.?

Hola a todas y a todos los seguidores y lectores de este blog. Espero que estas lineas sirvan para generar diálogo y reflexión.

Estamos terminando la primera semana del nuevo año, donde algunos estarán disfrutando de sus vacaciones; mientras otros aún estamos trabajando. Este es un tiempo para estar en familia, y a través de cosas muy simples, se puede armar un panorama entretenido. Es cuestión de ser creativos ¿no les parece?



Hace algunos días, alrededor de 256 mil personas rindieron la "temida" PSU (prueba de selección universitaria), lo que ha dejado una vez mas de manifiesto, la brecha enorme que existe entre ricos y pobres.

Aún no se ha logrado el acceso universal a la educación preescolar en los sectores de mayor pobreza. Todos los estudios demuestran que con una buena educación preescolar disminuyen significativamente los problemas que después enfrentan los adolescentes. ¿Por qué es importante esto? porque las familias más pobres no reciben pre y post natal, porque muchas veces no tienen empleos estables. Según la última encuesta Casen, en 47% de los hogares más pobres la jefa de hogar es la mujer, entonces ellas mismas evitan los empleos estables y buscan trabajos flexibles para compatibilizarlos con el cuidado de los hijos. Por lo tanto, ellas necesitan una estructura de cuidado infantil que permita que desde la temprana infancia tengan una buena estimulación e intervenir a tiempo.

A lo anterior, se suma a la existencia de los guetos de pobreza, donde las políticas habitacionales evidencian aún segregación. La vivienda es demasiado importante para la integración social, para que una familia tenga paz y se pueda vincular a una sociedad. Si un niño o una niña, un joven o una joven no tienen las condiciones mínimas básicas para poder desarrollarse y crecer en armonía, ¿cómo va a poder estar a la altura de ciertos estándares que se aplican y que no consideran las distintas realidades?

La educación privada y la educación pública, abren nuevamente el debate en torno a la desigualdad de oportunidades y a la calidad de la educación a la cual son enfrentados nuestros alumnos. Es cuestión de mirar los resultados, alrededor de un 66% de buenos resultados en la prueba de selección Universitaria, corresponde a jóvenes que provienen del sector particular; y en un orden del 17 y el 14 % pertenecen al ámbito subvencionado y municipal (aunque tenemos la salvedad de los colegios emblematicos como el Instituto Nacional ).

También están aquellos jóvenes que están fuera del sistema escolar formal, porque son expulsados por distintas razones. Familias disfuncionales, pobreza no resuelta, falta de oportunidades laborales; hacen el escenario propicio para que muchos de ellos queden en la vagancia, y de ahí un paso a la delincuencia. Muchos de ellos están encarcelados, donde la comunidad tiende al castigo más que hacia las oportunidades y la reinserción. Alrededor de 200 mil jóvenes chilenos que viven en sectores populares no trabajan ni estudian, entonces, por supuesto que muchos de ellos venden discos piratas, trafican, asaltan o hacen cosas peores, porque están dándose vueltas en las poblaciones todos los días. Es raro quien no cae en la delincuencia o en las drogas, porque vivir en esa tensión y sin oportunidades es muy duro. ¿Qué hacemos como sociedad al respecto? ¿Qué hacemos en lo particular?



En nuestra sociedad se juntan historias familiares en las que, además de pobreza material, hay mucho conflicto, porque no todos los jóvenes de pobreza material llegan a ésta situación. Estos guetos que hemos armado en los que se juntan familias con dificultades en un mismo territorio, impidiéndoles integrarse al resto de la sociedad. Y un buen porcentaje de estos jóvenes tenía problemas neurológicos, comportamientos impulsivos o déficit atencional y no fueron tratados a tiempo; entonces fueron expulsados del sistema escolar y quedaron en la calle desde muy chicos. Después cuesta mucho reinsertarlos, no solo porque han perdido hábitos de estudio y la disciplina estudiantil; sino que muchas veces su paso por el colegio, significó una experiencia traumante porque fueron humillados, etiquetados, señalados con el dedo, ridiculizados, etc. Por eso hay que implementar políticas de trabajo que ayuden a que los jóvenes y niños no abandonen el sistema escolar. Respetuosamente, creo que en éste ámbito se ha hecho poco esfuerzo.



Hay que resistir la tentación de caer en medidas asistenciales que sólo aumentan la dependencia de los más pobres hacia el Estado, y diseñar políticas sociales que les den más autonomía; más educación de calidad y empleo, y menos bonos. Hay que gastar, también, en la capacitación de oficios para estos jóvenes que deambulan por nuestras calles. Ahora esto ciertamente tiene un costo alto, pero más alto será el costo para el Estado cuando tiene que combatir la delincuencia, construir cárceles, mantener a un preso, un costo para la familia del jóven, y un costo para el afectado. ¿Qué pasa si no se hace esto? Se va a generar una sociedad desigual, con estilos de vida cada vez más agresivos, en los que habrá que gastar mucho en seguridad y en cárceles, y poco en rehabilitación porque se la va a considerar poco rentable. Así el país se va a dividir más y más.



Se percibe una tensión en la sociedad actual, que a mi juicio, nace cuando sientes la necesidad de tener ciertos bienes para aparentar o sentirte superior a otros. Esa carrera nos puede terminar ahogando, porque producirá grandes tensiones sociales.
Entonces me resulta paradójico cuando hace unos días nos deseábamos un FELIZ AÑO NUEVO, u otras frases como: FELICIDADES a tu familia, que seamos felices; cuando el concepto felicidad no es algo que se encuentra en un supermercado o en una tienda esotérica; o en un culto religioso; sino que se transforma en una ACTITUD de Vida, es una elección que se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar; es un cambio interno que me lleva a la ACCIÓN para contribuir desde mis particularidad, a construir una sociedad más justa e igualitaria. A lo mejor no voy a cambiar el mundo, pero sí puedo transformar mi vida y mi entorno, mi estilo individualista por una más altruista, a dejar mis comodidades por ir al encuentro del prójimo (el cual puede estar más cerca de lo que yo creo).

Seamos portadores de Vida, hablemos de la vida, llevemos vida donde no existe, seamos portadores de alegría y luz donde predomina la oscuridad y los signos de muerte.
EL MAYOR SECRETO PARA LA FELICIDAD ES ESTAR BIEN CONSIGO MISMO Y CON LOS DEMÁS, mientras sigan existiendo tinieblas, tendremos que seguir construyendo una sociedad más humana donde cada hijo e hija de esta tierra se sienta pleno.

Un abrazo a cada uno en particular.
L a invitación está hecha y está en tus manos, ahora depende de tí.

Quique