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Profesor de Estado en Filosofía y Religión , Licenciado en Filosofía,Licenciado en Educación, Magíster en Gestión y Políticas Públicas de Educación.

miércoles, 7 de enero de 2015

SALUDO

Hola a todas y a todos. Les deseo un muy buen año 2015 junto a sus seres queridos.
La vida está llena de sorpresas, por eso es que vale la pena vivirla, pero hay que hacerlo en plenitud. Enfrentar con coraje las dificultades que se presenten y disfrutar cada día con las cosas sencillas que se nos presentan ante nuestros ojos.
No sirve de nada tener riquezas en los bolsillos, mientras existe pobreza en nuestro corazón.

Un abrazo a tod@s
Quique

lunes, 29 de septiembre de 2014

NUESTRO COMPROMISO COMO PADRES

          
Hola a tod@s:
Junto con saludarles, les comparto una nueva temática para leer, reflexionar y compartir.

  A pesar de que diariamente los padres mandan sin falta a sus hijos e hijas al colegio y esperan que les vaya bien, pueden agregar un ingrediente adicional que dará un fuerte impulso al éxito del niño o la niña. La participación de los padres es el ingrediente que hace la diferencia. La participación activa de los padres en la educación de sus hijos e hijas, tanto en el hogar como en la escuela, trae muchos beneficios y tiene un impacto significativo en la vida del niño o niña. Según estudios de investigación, los niños y niñas de padres comprometidos:
  • ·   faltan menos;
  • ·         se comportan mejor;
  • ·         tienen un mejor desempeño académico desde los años preescolares hasta la escuela superior;
  • ·         continúan con sus estudios escolares;
  • ·         van a mejores escuelas.

  La investigación demuestra también que un entorno hogareño en el que se fomenta el aprendizaje es aún más importante que los ingresos, el nivel de educación o los antecedentes culturales de los padres. Al participar activamente en la educación de sus hijos e hijas, tanto en el hogar como en la escuela, los padres les envían mensajes importantes. Les demuestran que se interesan por las actividades que realizan y refuerzan la idea de que el colegio es importante para su formación como persona. La realidad es que algunos padres tienen más tiempo que otros para participar, pero es importante que aún los padres muy ocupados examinen sus prioridades y se hagan un tiempo, el mejor, porque es para sus hijos e hijas.

         Algunas estrategias para desarrollar en el hogar:

  •   Léales a sus hijos e hijas. Leer en voz alta es la actividad más importante que pueden hacer los padres para aumentar las posibilidades del niño o niña de leer correctamente.
  • ·         Converse sobre los libros y las historias que lee a su hijo o hija.
  • ·         Ayudarlo a organizar su tiempo.
  • ·         Ponga un límite a la cantidad de horas de televisión y de computador.
  • ·         Hable con su hijo o hija regularmente sobre lo que ocurre en el colegio.
  • ·         Revise la tarea cada noche, las pruebas, la agenda para ver si hay alguna comunicación.
  • ·         Reforzar el hábito de la responsabilidad, la asistencia y la puntualidad.
  • ·         Permita saber a su hijo o hija que usted valora el logro escolar.
  • ·         Ayudar a los hijos(as) a desarrollar una imagen positiva de sí mismos, así como ganar confianza para enfrentar los desafíos que se les puedan presentar tanto en el colegio como en su vida cotidiana.
  • ·         Ayude a su hijo(a) a entender que su futuro se comienza a construir desde el presente, y que éste puede ser brillante con preparación y trabajo constante. Las historias de éxito inmediato no suceden con frecuencia en la vida real. La mayoría de los adultos exitosos tienen que enfrentar muchos desafíos y obstáculos en su camino.

    Vale la pena que los padres se involucren. Cuando aportan su esfuerzo y tiempo, tienen la oportunidad de interactuar con los profesores y profesoras. Pueden conocer el proyecto educativo del colegio, aportando activamente en su misión educativa.
   Tanto el niño o niña como el colegio se benefician, y los padres sirven como ejemplo al demostrar cuán importante es la participación de la comunidad. Además de mejorar el rendimiento académico, el compromiso de los padres y su participación en la comunidad educativa da resultado en otras áreas muy significativas.

 Numerosos estudios han demostrado que la participación de los padres es un factor de protección contra el consumo del tabaco, la depresión, los trastornos de alimentación, el ya mencionado rendimiento académico y otras problemáticas propias de los adolescentes. Al mantenerse involucrado con sus hijos e hijas pequeños y adolescentes, los padres se pueden transformar en una poderosa fuente de apoyo, crear un clima que permita tratar temas difíciles y servir de ejemplo para una conducta responsable y de compromiso.



                                      Plegaria de los niños y niñas a sus padres

            No me des todo lo que pida. A veces yo sólo pido para ver hasta cuánto puedo obtener.
No me des siempre órdenes; si en vez de órdenes, me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

            Cumple las promesas buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo; pero también si es un castigo.

            No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir peor que los demás, entonces seré yo quien sufre.
No me corrijas mis faltas delante de nadie. Enséñame a mejorar cuando estemos solos.
No me grites. Te respeto menos cuando lo haces y me enseñas a gritar a mí también y yo no puedo hacerlo.

            Déjame valerme por mí mismo. Si tú lo haces todo por mí, yo nunca aprenderé.
No digas mentiras delante de mí, ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perderé la fe en lo que me dices.
Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga el por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.
Cuando estés equivocado o equivocada en algo, admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

            No me pidas que haga una cosa si tú no la heces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas, pero nunca lo que tú digas y no lo hagas.
Cuando te cuente un problema mío no me digas “no tengo tiempo para boberías” o “eso no tiene importancia”.

            Trata de comprenderme y ayudarme, quiéreme y dímelo. Me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas necesario decírmelo.

Les deseo una muy buena semana tanto en lo personal como familiar.

Un abrazo afectuoso
QUIQUE


          


lunes, 8 de septiembre de 2014

PONER LÍMITES A NUESTROS HIJOS E HIJAS

Hola a todos y a todas:
Junto con saludarles, les escribo un nuevo artículo. Espero que pueda servirles como reflexión personal y familiar.      

           Muchos padres se enfrentan a un reto importante a la hora de educar a sus hijos e hijas: ¿qué límites les ponemos?

          Los niños y niñas no tienen la misma conciencia que los adultos al actuar, por ello es una labor de los padres establecer una serie de pautas que los hijos e hijas deben conocer para saber cuándo están actuando mal. Lo importante es no aplazar demasiado el momento de establecer los límites, ya que obtendremos los resultados de forma más lenta y costosa. Desde el primer día que están con nosotros, podemos ir mostrando con cariño, sin lastimar, las pautas de un buen comportamiento.

          Poner límites a los niños y niñas es muy importante, no solo porque así la convivencia es más armónica sino también porque ellos y ellas son los primeros interesados e interesadas que se les marquen unas normas que, además de infundirles seguridad, les van a permitir adaptarse mejor a las normas y límites sociales en su vida social y adulta. Se trata de establecer límites sin que el niño y niña se sienta humillado, ridiculizado o ignorado.

          Una disciplina eficaz a la hora de aplicar los límites a nuestros hijos e hijas es lo más importante. Para educarlos de manera eficaz, debemos marcar las reglas en casa con el objetivo de cumplirlas. Hay que hacerlo de manera coherente y con firmeza. Una de las consecuencias educativas de una falta de habilidad a la hora de establecer las normas y de marcar los límites puede ser la falta de respeto, que se produce cuando hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad lo que queremos o lo hacemos con demasiada autoridad.

Algunos consejos básicos para aplicar límites educativos

          Cuando necesitamos decir a nuestros hijos e hijas que deben hacer algo y “ahora” (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta lo siguiente:

1.     Objetividad. Es frecuente escuchar en nosotros mismos y en otros padres expresiones como “Pórtate bien”, “sé bueno o buena”, o “no hagas eso”. Estas expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos e hijas nos entenderán mejor si marcamos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite bien especificado con frases cortas y órdenes precisas suele ser claro para los niños y niñas. “Habla bajito en una biblioteca”; “da de comer al perro ahora por favor”; “toma mi mano para cruzar la calle”; son algunos ejemplos de formas que pueden aumentar sustancialmente la relación de complicidad con nuestros hijos e hijas.
2.     Opciones. En muchos casos, podemos dar a nuestros hijos e hijas una oportunidad limitada para decidir cómo cumplir sus “órdenes”. La libertad de oportunidad hace que un niño y niña sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: “Es la hora del baño. ¿Te quieres duchar o prefieres bañarte? “Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje o lo hago yo? Esta es una forma más fácil y rápida de dar dos opciones a un niño o niña para que haga exactamente lo que queremos.

  Firmeza. En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Por ejemplo: “Vete a tu habitación ahora” o “¡Para!, los juguetes no son para tirar” son una muestra de ello. Los límites firmes se aplican mejor con un tono de voz seguro, sin gritos, y un gesto serio en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño y niña tiene una opción de obedecer o no.
4.     Acentúa lo positivo. Los niños y niñas son más receptivos al “hacer” lo que se les ordena cuando reciben refuerzos positivos. Algunas represiones directas como el “no” o “para” dicen a un niño y niña que es inaceptable su actuación, pero no explica qué comportamiento es el apropiado. En general, es mejor decir a nuestros niños y niñas lo que debe hacer (“Habla bajo”) antes de lo que no debe hacer (“No grites”). Los padres autoritarios tienden a dar más órdenes y a decir “no”, mientras los demás suelen cambiar las órdenes por las frases claras que comienzan con el verbo “hacer”.
5.     Guarda distancias. Cuando decimos “quiero que te vayas a la cama ahora mismo”, estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos e hijas. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: “Son las ocho, hora de acostarse” y le enseñas el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño(a) y el reloj.
6.     Explica el por qué. Cuando un niño y niña entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá más animado y animada a obedecerla. Entendiendo la razón, los niños y niñas pueden desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia. La razón hay que darla en pocas palabras, como por ejemplo: “No muerdas a las personas. Eso les hará daño”; “Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos”.
7.     Sugiere una alternativa. Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño y niña, intenta indicar una alternativa aceptable. Sonará menos negativo y tu hijo e hija se sentirá compensado y compensada. Puedes decir: “ese es mi pintalabios y no es para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel para pintar”. Al ofrecer alternativas, les estamos enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables.
8.     Firmeza en el cumplimiento. Una regla puntual es esencial para una efectiva puesta en práctica del límite. Una rutina flexible (acostarse a las ocho una noche, a las ocho y media en la próxima, y a las nueve en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo e hija la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.
9.     Desaprueba la conducta, no al niño o niña. Deja claro a tus hijos e hijas que tu desaprobación está relacionada con su comportamiento y no va directamente hacia ellos y ellas. No muestres rechazo hacia los niños y niñas. Antes de decir “eres malo”, deberíamos decir “eso está mal hecho” (desaprobación de la conducta).

1.  Controla las emociones. Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos con sus niños y niñas. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma la situación y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina consiste básicamente en enseñar al niño y niña cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si somos extremamente emocionales. Frente a un mal comportamiento, lo mejor es contar un minuto con calma, y después preguntar con tranquilidad, “¿qué ha sucedido aquí?”. Todos los niños y niñas necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable. Cuanto más expertos nos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y niñas, y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos e hijas.
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sábado, 17 de mayo de 2014

SEXTING, UNA MODA PELIGROSA

Hola a todas y a todos.
En esta oportunidad planteo una temática muy contingente.


Pocos son los adultos que saben de qué se trata este fenómeno y lo preocupante es que cada vez aumenta su uso entre las nuevas generaciones. Se trata de exhibicionismo online, que en la mayoría de los casos, se inicia como una actividad online entre los adolescentes.
            El término sexting nació de la conjunción de las palabras sex (sexo) y texting (envío de textos) para referirse al envío de imágenes de ellos mismos o de amigos con poca ropa o en posiciones eróticas a través de celulares u otros medios electrónicos. Se usa esta modalidad para divertirse o también con fines de crear popularidad entre sus pares, logrando aceptación entre su grupo de amigos.
            Todo surge cuando los adolescentes deciden tomarse fotos o videos con las características descritas y las envían a un chico(a) que quieren conquistar, pues confían en que el receptor se quedará con las imágenes. Sin embargo, la mayoría de las veces dichas imágenes suelen transmitirse de persona en persona hasta proliferarse en la web rápidamente, dejando al protagonista de la foto o video en boca de todos.
            Según los expertos, las causas de este fenómeno van desde la desatención familiar hasta el mayor acceso a los medios tecnológicos sin el control y orientación de los padres, situación que pone en riesgo a los chicos quienes no poseen el criterio para medir lo que implica subir a la web o enviar por celular fotos o videos íntimos.

            Como padres de familia es importante detener esta situación, ya que pone en riesgo la seguridad e integridad de los hijos menores de edad. Surge la pregunta ¿por qué lo hacen?
Porque creen que una imagen en su celular está segura sin darse cuenta que puede existir un robo, un error, una broma, un extravío, y poner en riesgo su seguridad. La segunda razón es que a veces confían en la discreción y el amor eterno, por parte del destinatario del envío. Los adolescentes al querer ser parte  de un grupo pueden llegar a sentir cierta presión que les lleva a ganar notoriedad y aceptación en este contexto, el digital, tan importante para ellos. Este factor, añadido a la plenitud hormonal, puede generar combinaciones poco recomendables.
            Las figuras que admiran son generalmente artistas, cantantes, modelos que pocas veces se muestran recatados, y respetuosos de su propia persona. La mayoría de las veces los menores de edad imitan a este tipo de personajes.
            La natural falta de percepción del riesgo que acompaña a la adolescencia y el espíritu transgresor desencadenan ciertos desafíos. En algunos casos resulta simplemente divertido, en otros, sirve para coquetear o dar otro contenido a la relación.


¿Qué hacer como padres?

  • Formar conciencia acerca de la importancia de su cuerpo y su integridad en general.
  • Mostrar las consecuencias que tiene el tener este tipo de prácticas.
  • Fomentar su autoestima.
  • Enseñar la importancia de no reproducir o reenviar este tipo de mensajes en caso de que reciban alguno.
  • Crear un vínculo de confianza con los hijos, de forma que se puedan comunicar de manera asertiva y así asegurarse que sean los padres las primeras personas contactadas en caso de necesitar ayuda.
  • Orientar a los hijos e hijas hacia el uso responsable de la tecnología y los riesgos asociados a ella. Si se le va a dar un celular a un menor, se le debe explicar para qué es, lo que pueden hacer con él y aquello que no es conveniente.
  • No quitarles el uso de la tecnología. Comúnmente la curiosidad, acompañada de la restricción de los padres, conlleva a que los chicos busquen la información a través de amigos y de una manera irresponsable.
  • Ubicar los computadores preferentemente en lugares visibles dentro de las casas, como en pasillo o en la sala, en los cuales los menores puedan ser supervisados por los adultos.

            La mejor manera de cuidar la integridad de nuestros hijos es hablarles de las repercusiones que tiene usar la sexualidad como un objeto de placer que se utiliza sin tener en cuenta las repercusiones que a corto y mediano plazo ello representa.
(Cfr. Revista electrónica publicada por el Instituto de Investigación en Educación de la Universidad de Costa Rica. Publicación año 2010).

            Me atrevo a señalar que casi la mayoría de los menores de edad tienen un celular, pero a veces se entrega sin fijar ciertas condiciones, sin educación y sin vigilancia.
            Creo que es una moda peligrosa porque conlleva un riesgo, en cuanto ese material puede ser difundido de manera fácil y amplia, perdiendo el control sobre su difusión.
            Imágenes que se suben a las redes sociales pueden acarrear consecuencias imprevistas y graves ya que exponen su cuerpo a gente inescrupulosa que a través del ciber-acoso infantil, los pederastas tratan de contactar a sus potenciales víctimas y el llamado cyberbullying (acoso, hostigamiento, humillación o ridiculización sistemática realizada por un menor o varios en contra de otro), utilizando internet, tecnologías digitales e interactivas o celulares.
            Algunos adolescentes encuentran divertido fotografiarse total o parcialmente desnudos con el celular y enviar mensajes con las imágenes. Lo hacen por diversión o para entrar en contacto con otros adolescentes. Pero la broma puede salir cara.

            Cuando existe la necesidad de llamar la atención y esta se transforma en una necesidad sin control, empleando cualquier medio para lograrlo, puede resultar muy peligroso y sus consecuencias desastrosas.

Saludos, un abrazo
QUIQUE



martes, 18 de marzo de 2014

¿QUÉ PROVOCA EL TERCER MES DEL AÑO?

Hola a todas y a todos los seguidores de este blog.
Espero que hayan disfrutado de una merecidas vacaciones, y lo más importante, haber tenido la posibilidad de compartir más tiempo como familia; ya sea a través del trabajo, del descanso, del esparcimiento.

Iniciar un nuevo año de actividades, genera una serie de preocupaciones de las cuales hay que hacerse cargo. Uniformes, la lista interminable de útiles escolares, el ingreso a la educación superior, el permiso de circulación, cuentas que pagar, etc. , conforman un escenario que muchas veces se transforma en un dolor de cabeza para algunas familias.
Una de las cosas que siempre me ha llamado la atención, es que en general los medios de comunicación y algunas personas, hablan de marzo como el tener que volver a la "realidad". ¿De qué realidad hablan? Como si los meses de verano no fuesen también parte de nuestra vida real. Creo que aquí se confunden los conceptos vacaciones con los quehaceres propios del año. Se separan las distintas actividades desarrolladas por una misma persona. Hay períodos de rutina que son más prolongados, pero eso no quiere decir que otras actividades no sean parte de nuestra realidad personal, familiar, social, etc.
La realidad humana es una, la cual se despliega en diversas acciones que vamos enfrentando y desarrollando durante el año. Los cambios de actividades que que realizamos, son parte del paisaje de nuestra vida; los cuales sirven de oxígeno para no asfixiarnos en medio de los quehaceres cotidianos. Ahora, la rutina (que a todos nos afecta) es parte de nuestras responsabilidades que no podemos eludir. Si es posible darle un sentido a esto que nos agobia, en la medida que vamos agudizando la mirada de nuestras acciones diarias, entregando un sentido a todo lo que hacemos. Descubrir en lo "ordinario" de la vida lo extraordinario, nos abre a una tremenda posibilidad de recrear todos los días nuestra vida personal y familiar. Ningún día es igual a otro, no solamente porque su nombre es distinto, sino porque ocurren acontecimientos que marcan la diferencia entre una jornada y otra. Esta acción es posible en la medida que no nos dejemos atrapar por lo apremiante del factor tiempo, el cual generalmente nos atrapa en cuestiones que a veces no son tan fundamentales para nuestra vida. Creo que la clave es darse tiempo para ver lo nuevo de cada día, detenerse por un instante para revisar nuestras acciones. Entregar el mejor tiempo, no aquél que nos sobra, a nuestra familia, a nuestros seres queridos, a las personas con quienes compartimos en el trabajo, a nuestros amigos y amigas.
La realidad humana es muy compleja porque somos seres complejos, pero lo fundamental es no perder de vista aquellos elementos que son la base y los cimientos de nuestra existencia. La invitación es a no perder el tiempo en cosas que no valen la pena, en aquellas tareas que nos desgastan inútilmente. ¿Cuantas actividades que realizamos son estériles? Hay que dar vida a la vida, hay que desgastarse en aquellas cosas que realmente valen la pena, hay que apostar por aquellos valores y principios que nos van a servir durante toda nuestra vida, los que en definitiva van a marcar la diferencia entre una persona, un sujeto y un ser humano.
Les deseo bienestar, paz y felicidad para este año. Piensen en positivo, hablen en positivo, actúen positivamente.

Un abrazo
QUIQUE

lunes, 23 de diciembre de 2013

FIESTA O ENFADO

Hola a todas y a todos los seguidores de este blog.
En esta oportunidad, no puedo dejar de lado una realidad que lamentablemente desvirtúa esta hermosa fiesta de fin de año como lo es NAVIDAD. Si, es el nacimiento de un niño que abrió esperanza a toda la humanidad, no es "Pascua"; porque su nombre designa el "paso" del pueblo de Israel de la esclavitud Egipcia, hacia la libertad.
Todos los años pasa lo mismo, la gente se vuelve "loca" comprando los regalos de navidad, gastando muchas veces lo que no se tiene. Endeudamiento, competencia desenfrenada, materialismo, angustia, superioridad, gastos desmedidos; son las actitudes que predominan por estos días. El comercio se encarga de recordarnos esto. Nos ponemos cargas muy pesadas sobre nuestros hombros, porque no queremos ser menos que el vecino o ese familiar que nos tiene envidia. ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene el angustiarnos para esta fecha? cuando debería ser todo lo contrario. Hemos perdido de vista lo central de la Navidad, dejamos de lado a quien está de cumpleaños. Jesús nació en un pesebre, en un establo; esta es una clara señal de que nuestra mirada y nuestro corazón debe estar puesto en lo sencillo, y no en el tumulto de las compras compulsivas que nos conduce a actuar en medio de una selva.
Cuantas familias se preparan para Navidad gastando mucho dinero en costosos regalos, deuda que se prolonga por muchos meses. Se adornan las fachadas de las casas de manera exagerada por mantener una tradición señalaba una señora hace unos días en un medio de comunicación. Se derrocha tanto dinero, mientras otras familias no tienen para comprar una cena de navidad. Que cruel, que paradoja de la vida.
Hay que lucirse, ser más que el otro, gastar cada año más dinero por los regalos de alto costo. Se espera a un viejo pascuero, quien desplaza al niño que nace nuevamente. ¿En qué hemos convertido la Navidad?

Si cada familia se preocupara de compartir su cena con otra familia necesitada, estoy seguro que todos tendríamos una cena de navidad para celebrar la venida de Jesús. Parece una utopía, ya que muchos están preocupados sólo de los suyos, de los amigos, del que dirán, de cuidar las apariencias; y después de actuar de esta manera nos atrevemos a ir a misa. No quiero emitir un juicio, aquí cada uno debe actuar en conciencia y con rectitud de espíritu.
Pero, ¿dónde está Jesús? no lo veo para entregarle tambien un regalo. El mismo nos señaló que está presente, se hace visible en el necesitado, en el que sufre, en el abandonado, en el que está triste, en la familia que puede estar muy cerca de nosotros. Por eso NAVIDAD es sinónimo de compartir, de entregar, de amar al otro, de acercarme al necesitado. Navidad es un tiempo para que miremos la pobreza que llevamos por dentro, la mugre que nos afixia, el amor que no puede florecer porque lo marchitamos con nuestras actitudes egosístas y a veces mal intensionadas hacia los demás.

Hagamos el esfuerzo no por adornar lo externo a nosotros, sino por limpiar nuestra vida interior. Sacudamos y eliminemos toda esa escoria que no nos ayuda a crecer como seres humanos; y transformemos nuestra vida, en una gran oportunidad para ser felices en el compartir con los demás.

Les deseo una hermosa Navidad con sus seres queridos, mirando siempre hacia nuestro alrededor para ir al encuentro de Jesús a través del rostro de tantos hermanos que nos esperan.
Un abrazo en el Señor de la Vida
QUIQUE

lunes, 9 de diciembre de 2013

PADRES Y ADOLESCENTES

Hola a todos ya todas. Espero que se encuentren bien junto a sus seres queridos.

En este posteo voy a abordar la temática de la relación de los adolescentes con sus padres, la cual no siempre es fácil, sino que por lo general conlleva algunas situaciones de conflicto.
Criar hijos adolescentes conlleva satisfaccion4es y desafíos. A medida que nuestros hijos crecen, van adquiriendo una gran independencia. Eso es una parte normal y natural del crecimiento. A veces nos cuesta verlos más grandes, y creemos que todavía son esos chiquititos regalones que dependían 100% de nosotros. Creo que es fundamental mantener una relación con ellos y ellas tan íntima como cuando eran pequeños. Todavía necesitan que los amemos, que los orientemos y nos divirtamos con ellos.
Muchas veces nos suelen cansar y agotar, porque se tornan desafiantes y contestadores porque ya no somos lo modelos ideales que éramos cuando eran unos niños(as), ahora son capaces de descubrir nuestros defectos; lo que muchas veces se traduce en incoherencias. Es una etapa de la vida que por lo general acarrea ciertos quiebres con la familia y el entorno, pero no podemos alejarnos de ellos(as), no basta con que estemos cercanos sino que tienen que darse cuenta de que estamos a su lado y que pueden contar con nosotros.
Me preocupa el entorno que rodea hoy a nuestros queridos(as) adolescentes. Se van instalando ciertas modas que los atraen como un imán, y cuando no es guiada por un adulto responsable, se puede transformar en una pesadilla: modas, estilos de vida, consumismo, materialismo, independencia mal entendida, creerse que ya son grandes, embarazo adolescente, sexo irresponsable, etc. No es conveniente burlarse de ellos por el hecho de que están creciendo y no coordinan sus movimientos, les aparece acné, la curiosidad sexual, entre otros aspectos. Están dejando de ser niños para pasar a la vida adulta, y esta transición es parte de un proceso generalmente doloroso por los quiebres que provoca, porque no entienden lo que les sucede, porque cambian de estado anímico con mucha rapidez.
La adolescencia es una etapa de cambios importantes en la evolución de cualquier niño o niña y nosotros tenemos que comprender las peculiaridades y procesos que se producen tanto a nivel biológico como psicológico y social.
Nosotros siempre seremos sus padres y no sus amigos, porque el concepto amistad el adolescente lo entiende como su parner y aquí se puede perder el rol formador y educador de los papás. Porque los amamos estamos cerca de ellos y preocupados de todo lo que le va sucediendo. No nos sintamos mal cuando vemos que nuestros hijos actúan de forma diferente al estilo de educación que le dimos, porque esto puede acarrear frustración:¿en qué nos abremos equivocado?. Los valores inculcados están en el hogar y el adolescente lo ve porque sus padres lo viven, son ejemplo, son modelo a seguir. Compartamos más con ellos y ellas porque son nuestros hijos  y nos necesitan. No cerremos las puertas de nuestro corazón a los hijos, sino mas bien abramos los espacios para el diálogo, la escucha atenta, el juego, la diversión, el decirles que los AMAMOS y demostrarlo con hechos concretos.
A veces nos "enfrascamos" en discusiones estériles con nuestros hijos. Nosotros somos los adultos y somos quienes tienen que usar el criterio para que no se desborde la situación y se quiebre la confianza con los hijos. Esto no es fácil practicarlo, creo que a todos nos cuesta en alguna medida, pero han que hacer todos los esfuerzos necesarios para que nuestros amados hijos e hijas se convietan en buenos seres humanos, en hombres y mujeres de bien, en personas que logren desarrollarse plenamente y que puedan ir desplegando todas sus potencialidades para ponerlas al servicio constructivo de los demás.
Les deseo una muy buena semana tanto en lo personal, familiar, como laboral; y que en estos días en que se aproxima Navidad, centremos nuestras energías en la FAMILIA y no nos desgastemos en medio de la selva descontrolada de las compras y endeudamientos navideños; los cuales no nos hacen disfrutar esta hermosa Fiesta, sino que nos angustian y deprimen. Esto puede cambiar, DEPENDE DE TI. Hay que darle un  giro a la vida para encontrarse con el verdadero sentido de la misma.
Un fuerte abrazo a tod@s
QUIQUE