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Profesor de Estado en Filosofía y Religión , Licenciado en Filosofía,Licenciado en Educación, Magíster en Gestión y Políticas Públicas de Educación.

martes, 27 de diciembre de 2011

CUENTA REGRESIVA



Hola a tod@s mis amigos y amigas. Espero que hayan disfrutado en familia la Navidad.

Después de esta gran fiesta, se acerca el fin de año; un año que ha sido muy especial para nuestra nación por todos los acontecimientos que han sucedido, como también a nivel mundial.

El fin de año acarrea una celebración donde surgen una serie de manifestaciones populares, las que de una u otra manera, desean marcar que el nuevo año que comienza traiga muchos augurios y prosperidad; cuestión que cada uno o cada familia va repitiendo como un ritual año tras año. Pero más allá de la fiesta y todo lo que el comercio nos ofrece, considero que el terminar un año es una hermosa ocasión para detenernos y evaluar cómo ha sido el año que está terminando, qué nos trajo,qué alegrías vivimos, qué momentos de tristeza y desesperanza nos tocó vivir. Es un tiempo para hacer síntesis sobre nuestras acciones, sobre nuestra vida, es un regalo para sacudirnos de todo el polvo que se ha ido acumulando con los meses; y así poder eliminar todo aquello que no nos sirve para EMPRENDER el nuevo año, y a la vez incorporar todo aquello que sí nos ayuda para transformarnos en mejores seres humanos. Cuantos propósitos hicimos el año pasado, y cuántos de ellos se cumplieron. Es un tiempo para reencontrarnos con nosotros mismos, con nuestro proyecto de vida, con nuestros seres queridos, es mirarnos al espejo y ver qué hemos hecho para hacer de este mundo y de mi vida personal, un lugar más acogedor para vivir. Ciertamente durante este año hemos vivido múltiples experiencias, algunas con sabor amargo y otras muy dulces; precisamente esta combinación es parte de la vida humana, lo crucial es considerar también lo negativo o nefasto, como una posibilidad de crecimiento y aprendizaje. Siempre estamos aprendiendo, incluso en aquellas situaciones donde pareciera que no hay nada que aprender; ya que la vida misma es un campo florido, la que muchas veces tiene que soportar las inclemencias del tiempo.

También hay personas que para esta fecha están solas o abandonadas, personas que por distintas razones lo perdieron todo (incluso su dignidad). Son los contrastes de la vida, la cual no nos puede dejar indiferentes, sino que nos debe mover a hacer algo por nuestro prójimo...

Sinceramente les doy las gracias por ser seguidores y lectores de este blog, cuya finalidad es que nos unamos para ir generando reflexión tanto a nivel personal, como familiar, como institucional, etc. Gracias por su apoyo y comentarios, para mi ha sido muy grato poder traspasar a ustedes mis pensamientos y reflexiones; pero por sobre todo, MI PROPIA EXPERIENCIA DE VIDA la cual siempre está presente en cada uno de los posteos que publico.

Doy gracias a la vida por todo lo que me ha regalado durante este año, por tener una hermosa familia, por la vida, la salud y el trabajo; y pido también perdón por aquellas ocasiones en que no estuve a la altura de las circunstancias. Haré el esfuerzo por ser un mejor ser humano, y los invito a todos a ser mejores personas, a vivir en paz, a irradiar alegría y deseos de vivir por todas partes, a efectuar acciones concretas donde se vislumbre amor y caridad, donde cada uno y una se sienta bien tratado y se le otorgue el espacio que se merece en esta sociedad. Los invito a dejar atrás el hombre viejo, para revestirse del hombre nuevo; una persona que se la juega el todo por el todo por construir una civilización centrada en el AMOR, LA SOLIDARIDAD Y EL RESPETO POR EL OTRO.

Un abrazo a todos ustedes, disfruten a sus familias, limen todas aquellas asperezas que puedan haber, no se contenten con dar lo mínimo, sino que den el todo por el todo. Amémonos unos a otros, que nuestras familias se conviertan en un espacio donde nadie se sienta excluído, sino al contrario; que cada integrante se sienta acogido, amado, respetado y valorado por lo que ES. No vale la pena desgastarse por cosas superficiales y por rensillas que no conducen a ningún buen puerto; desterremos de nuestro vocabulario y de nuestras acciones, todo aquello que nos daña y no nos ayuda a crecer como verdaderos seres en plenitud. Busquemos la felicidad en las cosas pequeñas e insignificantes que suceden todos los días, marquemos la diferencia entre el ayer y el hoy, disfrutemos de la vida con todo lo que ello implica, para que en el ocaso del día podamos terminar alegres porque nos hemos gastado en cosas que realmente valen la pena.

Un abrazo muy intenso para todos y para sus hermosas familias


QUIQUE

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