LUZ Y TINIEBLAS

Hola a tod@s, espero que hayan celebrado una hermosa Navidad en familia y compartiendo con otras personas.
A pesar de muchos pronósticos del fin del mundo, ya hemos pasado la fecha apocalíptica y el mundo sigue su curso como materia. Dentro de las cosas que se anunciaban, estaban los tres días de oscuridad; cuestión que tampoco ocurrió físicamente hablando. Quiero detenerme en la oscuridad que si existe desde siempre en la historia de la humanidad, pero que se ha ido acentuando en estas últimas décadas. El mundo estaba expectante ante el final de los tiempos, lo que se traduciría en caos, destrucción, aniquilación; pero algunos estamos esperando el final del estilo de vida que hoy llevamos las personas. Cansa y agota ver como la gente corre sin sentido, como en estos días previos a la Navidad se endeudan y gastan lo que no tienen, como muchos se entrampan en las redes del consumismo y materialismo desenfrenado. ¿Quién hace el regalo más caro? ¿A cuántas personas le compraste un regalo material? ¿Cuánto gastaste? ¿Lo pasaste bien o todo esto se transformó en un dolor de cabeza? Como hemos desplazado buenas prácticas familiares por otras acciones muchas veces superficiales. Hemos sido testigos de mucha luz en estos días en las casas comerciales, en los mall, en plazas, calles, en nuestras casas. Quien adorna con más luces "su hogar", por favor, no nos engañemos cuando en el interior de muchos hogares y en la vida propia solo hay tinieblas; pero nos gusta aparentar, que los demás nos vean que estamos bien, y para lograr esto hay que gastar en ostentosidad. No estoy en contra de las luces, creo que la Navidad es un tiempo muy hermoso que tiene que marcar la diferencia con el resto del año, pero hay que hacerlo con mesura.
Mucha luz artificial externa, pero ¿tenemos luz en nuestra vida interior? ¿somos luz para los demás? A través de mi trabajo y mis comentarios ¿soy luz u oscuridad para los demás? Cuantos rostros demacrados, angustiados, estresados, agobiados hemos visto en estos días. Uno se pregunta ¿hasta cuándo? ¿qué estamos esperando para cambiar? ¿Qué estamos haciendo? No destruyamos nuestras familias, no destruyamos los sueños de nuestros hijos, no destruyamos el mundo que habitamos, no seamos autodestructivos. Cada uno de nosotros es libre de construir su proyecto de vida y de familia sobre LA LUZ o en las tinieblas, pero sea cual sea la decisión que tomemos; tenemos que ser responsables y ASUMIR LAS CONSECUENCIAS que esa opción trae.
Hay mucha gente que vive en una constante oscuridad en su vida, donde lo único que proyecta es tristeza en su vida. Quien camina en tinieblas se pierde, se desorienta, no sabe qué hacer, pierde el gusto por la vida; y lo que es más trágico, es que arrastra a otros. Luz y tinieblas, tensión permanente que implica hacer opciones acertadas en nuestra vida, involucra un trabajo interior constante que nos permita mirar la vida desde una óptica optimista, esperanzadora, donde podamos irradiar vida, contagiar a otros con nuestra alegría de vivir.
Si queremos un cambio de era, un cambio de vida, una sociedad más justa y equitativa, ver a nuestros hijos crecer plenos y felices; tenemos que empezar por CAMBIAR nosotros desde lo más profundo de nuestro ser. Se puede, no bastan los buenos propósitos; hay que evidenciar cambios de verdad: significa un giro de nuestras ACTITUDES, y esto depende de tí.
Les deseo a todos un buen año 2013, buenas vibras y buena energía que emana de la misma naturaleza.
Un abrazo
QUIQUE