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Profesor de Estado en Filosofía y Religión , Licenciado en Filosofía,Licenciado en Educación, Magíster en Gestión y Políticas Públicas de Educación.

martes, 21 de septiembre de 2010

La Democracia se construye en la justicia


Hola a todos los amigos y amigas que siguen este blog. Deseo sinceramente que hayan celebrado en familia estas Fiestas Patrias.
Hemos podido ser testigos, a través de los medios de comunicación, de todos los actos que se realizaron en estos días ; celebración marcada por espectáculos de alta generación audiovisual, por expresiones artísticas, por discursos marcados de simbolismo, por la parada militar; ... pero lamentablemente marcada por la huelga de hambre de nuestro pueblo Mapuche, la cual se ha prolongado por muchas semanas, a quienes se les está aplicando la Ley Anti Terrorista promulgada durante la Dictadura militar en nuestro país.
Aquí hay negligencia del Gobierno por dialogar y encontrar una solución democrática efectiva, a este conflicto, que ha puesto en riesgo la vida de 32 personas (ahora se han agregado dos niños), quienes han visto vulnerado su derecho a ser juzgados por tribunales civiles. La Ley Antiterrorista, en práctica, transgrede normativas internacionales, como el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, que resguarda los Derechos Humanos de los pueblos originarios a nivel internacional.
Los invito a reflexionar sobre este contraste que estamos viviendo como nación.Ya la Cruz Roja Internacional indicó que los huelguistas tienen un plazo máximo de 10 días para terminar con su medida o de lo contrario, su salud podría caer en un estado IRREVERSIBLE.
El Presidente de la República está preocupado por la imagen país que se está proyectando a través de este conflicto, ya que esta participando en la Asamblea General de la ONU; donde pretende dejar en claro que somos un país que no discrimina o maltrata a los pueblos originarios.
Hay una tremenda deuda pendiente con el pueblo Mapuche, situación que se viene arrastrando hace muchas décadas, y que no ha podido ser resuelta, en su fondo, durante estos últimos 20 años. También se observa la actitud de silencio cómplice que han asumido algunos medios de co- municación, negándose a informar la real situación existente en la zona de la Araucanía, esto es, que el Estado chileno, a través de sus policías, ha militarizado esta zona del país, vulnerando de esta manera los derechos civiles y culturales de los Mapuches.
La vía violenta, venga de donde venga, no es el medio para resolver los conflictos por muy legítimos que estos sean; se necesita el DIÁLOGO como el gran medio para llegar a acuerdos justos por la vía de la paz.
El Bicentenario nos enfrenta ante un gran desafío, ya que se cuestiona la real democracia que vivimos en el país. Es una instancia que nos plantea el interrogante sobre qué tipo de inclusión sociopolítica ha realizado la sociedad chilena, durante estos 200 años, en favor de nuestros pueblos originarios. Es hora de superar las discriminaciones que nuestros hermanos mapuches padecen y las injusticias que han sufrido en la tenencia de sus tierras. Creo que hay responsabilidad compartida en las acciones que se han desarrollado y en aquellas que están pendientes.
El diálogo, el respeto por el otro, la verdad por sobre todas las cosas , la justicia y la paz; deberían ser los pilares desde donde se construye una sociedad democrática, que busca que todos sus miembros se sientan parte de esta tierra llamada Chile; donde no se discrimine por edad, sexo, por situación socioeconómica, por religión e ideología; ... una patria donde cada uno se sienta partícipe, en la medida que se le respeta su espacio como ciudadano(a) para poder desarrollarse plenamente; donde hay un Estado que garantice el bien común de todos sus ciudadanos, sin excluir las distintas etnias que son nuestras raíces como cultura.
Tenemos tremendos desafíos que enfrentar, desde la óptica de una inclusión que no deje a nadie a fuera.
¿Somos excluyentes los chilenos y chilenas? ¿Somos discriminadores? ¿Somos clasistas? ¿Actuamos siempre con la verdad por delante? ¿Somos pluralistas? ¿Ejercemos la tolerancia?
¿Respetamos a aquellos que piensan y viven distinto a nosotros?...
Les dejo estas interrogantes para que reflexionemos como familia, en nuestros trabajo, en nuestro fuero interno; y se traduzca en acciones concretas que favorezcan la equidad, la igualdad y el respeto por los Derechos Humanos de todos.
Los invito a estar atento a esta noticia.
Un abrazo afectuoso, y que VIVA LA VIDA por sobre toda acción humana.
Quique

1 comentario:

  1. Ufffffff esas preguntas me dejan analizando, yo creo que todos somos discriminadores en mayor o menor medida, hay que replantear muchas cosas parece,un abrazo Quique y gracias por tus letras de gran valor

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