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Profesor de Estado en Filosofía y Religión , Licenciado en Filosofía,Licenciado en Educación, Magíster en Gestión y Políticas Públicas de Educación.

domingo, 7 de noviembre de 2010

LA EXPERIENCIA, ¿Una amenaza o fortaleza?

Hola a todas y a todos los seguidores de este blog. Les manifiesto que me siento muy contento porque son muchas las personas que me siguen; espero que a través de éste medio de comunicación, podamos establecer lazos de comunión que nos permitan mejorar nuestra Calidad de Vida.

En ésta ocasión quiero reflexionar con ustedes sobre el tema de la EXPERIENCIA, y como muchas veces esta se transforma en un obstáculo MAS QUE EN UNA OPORTUNIDAD para ser un aporte a los demás.

Ciertamente, el valorar la experiencia acumulada en el transcurso de los años; se convierte en un tesoro presiado al momento de lograr estabilidad y solidez en nuestra vida y proyecto personal.

Si observamos, la vida de todo ser humano (en términos generales) pasa por diversas etapas que van desde la: infancia, niñez, adolescencia, juventud, vida adulta y vejez. Esta es una travesía que hay que recorrer, la cual evidenciamos en la experiencia misma de lo que ocurre a nuestro alrededor.

Vivimos en una sociedad que pone límites de edad en lo laboral, cuestión que muchas personas ven como una amenaza al momento de ir avanzando en la edad cronológica; situación que se torna en preocupación frente a la mano profesional de jóvenes recién egresados de la educación superior, quienes son preparados desde las aulas para entrar a COMPETIR en este mundo selvático.

Al efectuar una análisis no tan profundo, podemos constatar que la experiencia profesional, la cual muchas veces es discriminada, vulnera el principio mismo de la igualdad. En nuestro país la oferta educativa, en relación a carreras profesionales, ha crecido considerablemente; lo que se traduce en el fenómeno social de una oferta profesional que sobrepasa la demanda de ésta. Como consecuencia de lo anterior, se produce una frustración y angustia de muchos profesionales jóvenes, por no encontrar cupo laboral en el mercado. A esto se suma que las condiciones no siempre respetan la dignidad de cada trabajador por ganarse el pan de cada día honradamente; tema que daría para elaborar un nuevo apartado.
¿Qué hacer con aquellas personas que ya están jubiladas o que han perdido el empleo por tener cierta edad?

Habría que VALORAR LA EXPERIENCIA ACUMULADA, independiente de la edad de la persona(hoy el promedio de edad de vida oscila entre los 75 y 80 años). Ellos tienen un espíritu lleno de conocimiento, y se puede aprender mucho de las experiencias ya asimiladas por años. Considero que todo ser humano es valioso, en la medida que su actitud sea positiva, por lo tanto, perfectamente se puede hacer una amalgama entre la experiencia y quienes se inician en la vida. La vida misma es una aventura, donde debemos practicar el saber hacer; no ser tan materialistas ni consumistas, ya que sería restringir demasiado el espíritu humano.
La lógica del mundo actual nos enmarca dentro de lo inmediato y lo superfluo, donde se puede erguir un pensamiento nefasto que realza la utilidad de las cosas y las personas(cultura de lo desechable). Las cosas me sirven o no, ¿cuál es su vida útil? o de lo contrario se desecha porque ya no me sirve. El concepto de utilidad está supeditado a mis necesidades personales y comunitarias, llegando al extremo de absolutizar un instrumento relativo por sobre los seres humanos. Esto es tremendamente peligroso y perjudicial para la vida presente y futura de nuestra sociedad; ya que instrumentalizamos la vida humana, la transformamos en un medio para, y no le damos el sitial de ser un fin en sí misma.

Lo anterior me recuerda el principio Maquiavélico, donde el "fin justifica los medios". Para mucha gente, este eslogan se ha convertido en su carta de navegación para alcanzar el "éxito" tan anhelado que nos ofrece el mundo moderno. Pero ¿para qué? ¿soy más feliz utilizando a otros? ¿me realizo como ser humano? ¿vale la pena destrozar la vida de otros a costa de mis propios intereses mezquinos? ¿o siempre vamos a estar siendo acechados por alguna mente perversa que nos quiera aniquilar?


Nuestra mente es COMO UN RÍO DE PENSAMIENTOS. Si por el río fluye agua contaminada; es decir pensamientos negativos o angustiosos, ellos destruirán nuestras siembras y no nos permitirán cosechar un crecimiento personal y profesional.

La idea es trabajar en conjunto, porque si amontonamos basura en nuestra cocina, atraeremos ratas y todo tipo de vichos e infecciones. De la misma manera, si llenamos nuestra mente de basura y negatividad, atraeremos personas y situaciones de energía negativa que complicarán más nuestra existencia. ¿Cómo evitarlo?

Tomando conciencia de que nosotros somos los responsables de lo que pensamos. Podemos cerrar la puerta a los pensamientos negativos para que no roben nuestra paz y tranquilidad.

La invitaciós es a unir fuerzas para construir una sociedad mejor, donde cada unos de nosotros pueda encontrar su espacio para su propio crecimiento personal. Entonces hay que pensar en cosas positivas y constructivas, donde nadie se sienta excluído, generar estrategias concretas que nos den esperanzas para vivir. ¿Dónde comenzar? Por nosotros mismos y por quienes tenemos a nuestro alrededor.
Recuerda que la dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.
Un abrazo a cada uno y una de ustedes
Les deseo una buena semana.
Amen la Vida, amen su propia vida y a sus seres queridos.
Nota: espero algún comentario
QUIQUE






















































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