LA CORRUPCIÓN EN LA NATURALEZA HUMANA

Hola a todos y a todas los seguidores y lectores de este blog .

Como lo mencioné en la última publicación, he regresado después de unos días hermosos de vacaciones en el campo con mi hermosa familia. El alejarse del ruido y de la rutina de la ciudad, ha sido muy enriquecedor; ya que hemos podido disfrutar del contacto mismo con la naturaleza: recrear la vista al ver tanto verde, los pájaros al amanecer, las viñas y cultivos, el interactuar con personas que viven y trabajan allí; realmente cabe el dar gracias a la vida por la posibilidad de gozar en lo sencillo, en lo pequeño, en aquello que nos conecta con nuestro interior y nos hace reflexión al sentirnos parte de ella. En definitiva, nos reafirma la plataforma desde donde debemos construir nuestra vida. Se puede pasar muy bien sin tener que incurrir en gastos estratosféricos; creo que la austeridad y el compartir con otros nos hace bien.

Al volver a la contingencia nacional, me encontré con una cantidad de noticias que están afectando de una u otra manera nuestra vida diaria.

Hoy en día nos encontramos con muchos avances en todos los ámbitos de la vida humana: educación, ciencia, tecnología de la información, confort de vida, etc; donde se evidencia un nivel alto de progreso. El hombre ha aterrizado en la superficie de la luna, y trata de llegar también a otros planetas. Pero lamentablemente este progreso ha traído también la corrupción con él. Hoy en día en todas las fases de la vida la corrupción se ha extendido como una plaga sobre la humanidad. Muchos se dedican a acaparar más y más cosas para mostrarse superior a los demás; y para lograr este propósito no dudan en arrebatarles la cuota a otros. Creo que la corrupción es una enfermedad que se ha extendido en las mentes y en los corazones de los seres humanos ampliamente. Detrás de todo esto, está el afán del poder y el dinero a cualquier precio. Podría decirse que el principal síntoma de esta enfermedad es la codicia del dinero. ¿Por qué algunos se afanan en acaparar tantas riquezas? ¿Para qué? ¿acaso somos inmortales? El modelo económico que impera hoy en el mundo, se mueve en base al dinero; se nos hace sentir que todo gira en torno a él, que sin él no somos nada ni nadie, que la gente vale por lo que tiene y no por lo que es. Ustedes me podrán decir que el dinero es necesario para vivir y así darle una buena educación a los hijos, les respondo que es verdad; pero el problema es severo cuando TODA NUESTRA VIDA gira en torno a obtener este preciado "tesoro", descuidando otros aspectos que son más fundamentales para la vida de todo ser humano, como lo es: el amor, la solidaridad, el crecimiento interior, el sentirse libres de espíritu, el practicar el altruismo y la alegría como una regla de vida diaria, el estar junto al otro, el compartir los sueños y angustias de los hijos, el crecer como pareja, el cultivar el espíritu de familia, el estar cuando el amigo o amiga me necesita, etc. Para muchos, todos estos tópicos no sirven de nada, si no están unidos a conseguir algo a cambio: poder, dinero , bienes materiales, reconocimiento social, status, seguridades (porque hay que asegurarse la vida) ¿Para qué? si en cualquier momento se nos mueve el piso y la vida se termina.

De esta lacra individual, esto también se llega al ámbito político, donde es el mal uso público del poder se utiliza para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente secreta y privada.¿Cuánta gente se dedica a aprovechar los recursos del Estado para enriquecerse?

Todos los tipos de gobierno son susceptibles a la corrupción política, la cual se disfraza como: tráfico de influencias, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, compadrazgo, nepotismo, impunidad; también atrae el tráfico de drogas, lavado de dinero, prostitución ilegal, entre otros.

Cuantas veces no escuchamos frases como ¿no seas tonto, aprovecha? Pareciera que se ha ido instalando un modelo de vida que lamentablemente va tergiver-

sando los valores que son la base de toda sociedad transparente. Entonces, no es raro también escuchar que la gente se vuelve desconfiada, individualista, al otro se lo ve como un enemigo y no como un compañero(a) de trabajo con quien puedo contar para efectuar un proyecto común; surgen las desconfianzas, las envidias porque al otro le va mejor "aparentemente", ya que se le ven cosas; la vida se va tornando aislada de la comunidad del barrio, o de la villa, o del sector donde vivimos.

¿Nos cuesta ser transparentes? ¿Nos cuesta ir con la verdad por delante? Cuantas veces omitimos muchas irregularidades para no tener problemas en el trabajo, o con los vecinos, o con la misma familia; para que meterme si es asunto de ellos. Cuantas cosas podrían cambiar en nuestra vida cotidiana si practicáramos la honestidad, el diálogo constructivo, la fraternidad, el enfrentar las dificultades de buena manera, si fuésemos agentes de paz, justicia, y verdad; pero preferimos muchas veces no invo-

lucrarnos por comodidad.

Es cierto que cuando uno enfrenta situaciones conflictivas con el propósito de aclarar situaciones y buscar soluciones, por lo general la gente lo mira a un o como una persona conflictiva, es decir, uno no puede hacer un acto de justicia porque es etiquetado inmediatamente, generando anticuerpos en las relaciones sociales.

Es increíble, pero hoy se aplaude y se admira al que es corrupto, al que puede engañar sin ser descubierto ¿y cómo lo hiciste? se transforma en un gurú de la corrupción, en un modelo a imitar; en cambio el que es correcto, honesto, el que no saca ventaja de una situación, es mirado como un "tonto", pavo, poco inteligente.

La invitación es a no transar aquellos principios y valores que sustentan la vida del ser humano que se comporta como tal, no podemos dejar que la corrupción llegue a niveles donde en definitiva la vida en sociedad se transforme en una selva sin control, donde las acciones de la mujer y el hombre estén guiadas por objetivos mezquinos y avarientos.¿Qué sociedad estamos formando? ¿Qué estilo de vida estamos transmitiendo a las nuevas generaciones?

Nos creemos inteligentes, pero utilizamos esta capacidad con fines que en definitiva van provocando NUESTRA PROPIA DESTRUCCIÓN.

Que nuestra vida esté orientada por valores absolutos, que nuestro actuar sea testimonio de veracidad y justicia, que nuestros hijos e hijas vean en nosotros gente de bien; que las personas con quienes compartimos a diario, vean en nosotros a personas que viven felices, caminando con la frente en alto por las calles, sin tener que andar escondiéndose de nadie.

Que viva la vida en transparencia, en verdad, en justicia, en paz, y en el amor.

Les deseo que tengan una muy buena semana junto a sus seres queridos, y espero que esta crónica, genere reflexión tanto a nivel personal como familiar; con la fina-

lidad de crear un cambio de ACTITUD en nuestras vidas. No es una tarea fácil, pero les aseguro que se puede con una voluntad firme y consecuente.

Un abrazo a cada una y una de ustedes, y recuerden que son valiosos.

QUIQUE