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Profesor de Estado en Filosofía y Religión , Licenciado en Filosofía,Licenciado en Educación, Magíster en Gestión y Políticas Públicas de Educación.

lunes, 12 de septiembre de 2011

¿En qué vale la pena invertir?



Hola a todas y a todos los seguidores y lectores de este blog. Espero que se encuentren bien junto a sus seres queridos.
En estos últimos días hemos estado bombardeados por imágenes, noticias y testimonios de lo ocurrido en la isla Juan Fernández. A través de los medios de comunicación social, especialmente los audio-visuales, se ha dejado en evidencia no sólo la tragedia que todos lamentamos, sino también se ha expuesto la vida más personal de cada uno de los integrantes del fatídico accidente. Imágenes, escritos, testimonios. han dejado al descubierto lo más profundo de estas personas, a los cuales la vida se truncó de un momento a otro.
Poco a poco han ido apareciendo restos de los desaparecidos, y eso ha significado que los familiares vayan cerrando el primer círculo del duelo; lo que implicará que posteriormente se irán cerrando los otros círculos de la pérdida de un ser querido. Entonces es aquí donde surgen una serie de preguntas, interrogantes que muchas veces no tienen respuesta. ¿Qué es la vida? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿En qué gastamos nuestra vida? ¿Es hermosa la vida?
¿Amamos la vida? ¿Somos propagadores de vida? ¿Cuido mi vida y la de mis seres queridos? Estas y otras tantos signos de interrogación emergen inevitablemente, porque de una u otra forma el dolor de otros hace que uno también se cuestione ciertas cuestiones de su propia existencia; hasta el punto que muchos hemos empatizado con el dolor de las familias que hoy sufren la pérdida de sus seres queridos.
Me hago la pregunta ¿cuánto tiempo durará todo esto? en una primera etapa será hasta cuando aparezcan los restos de todas las personas, luego vendrá una etapa larga que involucrará un proceso que cada persona y cada familia sabe cuánto durará y cómo lo llevará de aquí en adelante. Se dice que la vida sigue, que ésta no se detiene; pero siempre hay un antes y un después. Estoy convencido de que la memoria colectiva es frágil, y que después de algunas semanas todo lo que estamos viviendo como país se va a ir desvaneciendo, y a lo mejor, muchos volverán a su antigua forma de vivir, como si lo acontecido hubiese sido sólo una pausa en el camino. Hemos visto una explosión emocional que ha quedado plasmada en nuestra retina, no sólo por el accidente en sí, sino que a ello se suma lo trágico del accidente por las circunstancias y porque varios eran personajes públicos de la pantalla chica. Hace un mes atrás el país estaba viviendo hechos de mucha violencia, decisiones de la autoridad que hacían parecer que estábamos en estado de sitio; y ahora se ha volcado todo el ámbito emotivo de los ciudadanos, donde muchos de regiones no dudaron en viajar para acompañar a los familiares y amigos de las víctimas. Son fenómenos sociales muy potentes, está claro que de distinta índole, pero ambos involucran un movimiento social masivo. ¿Qué señal se nos está dando? Que la ciudadanía está mucho más empoderada de las problemáticas sociales de hoy, hay conciencia social, hay mirada altruista, hay mirada de futuro, hay conciencia de los derechos humanos los cuales son intransables, hay cansancio por tantas mentiras, hay rabia por promesas incumplidas, entre otros ámbitos a analizar.
Desde mi particular y subjetivo punto de vista, considero clave el replantear en qué estamos invirtiendo nuestra vida: en bienes materiales, en comprar casi compulsivamente, en gastar dinero casi desenfrenadamente mientras otras familias ni siquiera poseen lo mínimo para subsistir. Buscamos afanosamente la felicidad y por lo general erramos el camino, nos inventamos una realidad falsa para aparentar, mientras tanto al interior de nuestras vidas y de nuestras familias hay un caos difícil de describir. ¿Es esa la vida que queremos? ¿Eso es ser feliz? No estoy en contra de los bienes materiales, creo que son necesarios para vivir, pero el punto es cuando vivimos sólo para acumular bienes postergando todo lo demás, dejando de lado nuestros vínculos más profundos con aquellos seres que deberíamos amar incondicionalmemte. Ya se está hablando que el próximo año se acabaría el mundo (según los mayas), de que vendrá un terremoto muy fuerte en el norte de nuestra nación, que el clima está muy inestable, que los indicadores económicos están tan inestables que amenazan el equilibrio de la ecomomía del orbe, y así otros tantos fenómenos que están sucediendo. Hay una serie de señales que es necesario no pasar por alto, sino que hay que interpretarlas y con ello cambiar nuestra manera equivocada de ver y de vivir esta nuestra única manera de existir que tenemos. Entonces la invitación es a vivir la vida con mayor intensidad, con mirada profunda y altruísta, disfrutando de lo que ella nos depara cada día, no desperdiciar ningún instante para decirle al otro que me importa, que lo amo, que estoy dispuesto a escuchar, a tender la mano, a compartir lo que soy y lo que tengo, que deseamos aprender a vivir la vida de verdad, con intensidad y alegría. Invirtamos en aquello que no perece, en aquello que deja huella en otros, en aquello que sirve para el resto de nuestras vidas. Y PASÓ POR EL MUNDO HACIENDO EL BIEN, ojalá nosotros podamos hacer lo mismo y esto depende exclusivamente de tí. Tú eres el responsable de tu existencia, de las decisiones que tomas. DECIDE SER FELIZ DE VERDAD AHORA, NO MAÑANA, AHORA; ya que el mañana no existe. Hay gente que vive asegurándose el futuro, y por lo tanto sus energías están puestas en algo que aún no es, es desconocido, y otros optan por quedarse anclados en el pasado, añorando como eran las cosas antes; mientras tanto la vida pasa ante sus ojos y no la disfrutan, no la viven, porque no viven el presente, no gozan del día a día. LO ÚNICO VERDADERO ES EL AHORA, el futuro no existe y el pasado es irreversible. Tú decides donde te quieres quedar, tu decides el curso de tu vida; entonces hay que tomar una buena decisión para no errar el camino que nos conduzca a la plenitud de nuestra existencia.
Un abrazo a cada uno y una de ustedes, les deseo felices fiestas Patrias junto a sus seres queridos, y recuerden que la vida es disfrutar de aquellas cosas pequeñas e insignificantes para los ojos de los demás; y que por lo general pasan desapercibidas.
QUIQUE

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