Los Valores ¿para qué sirven?

Hola a todas y a todos los seguidores y lectores de este blog. Espero que hayan pasado una fiestas patrias alegres junto a sus seres queridos.

Uno de las temáticas que mas escucho en los discursos políticos, familiares, en las iglesias, en los colegios, y en otras tantas organizaciones sociales; es el concepto de VALORES, los que muchas veces se utilizan en bonitos y elegantes discursos, como una herramienta de la oratoria para ilustrar, de algún modo, los principios que orientan ciertas acciones humanas. Que lástima que por lo general éste concepto se convierta en un mero adorno para que los espectadores (asamblea o lectores) logren captar cierto grado de confianza, en una institución u otra, al momento de tomar alguna decisión en su vida personal o familiar, o de otra índole. Pero ¿qué vamos a entender por Valores? La palabra Valor está ligada a la ética. Es difícil definir lo que es el valor, pero está relacionado con lo: bueno, lo justo, lo bello, lo útil, lo verdadero, etc.; son valores perseguidos por el ser humano a través de la historia. El hombre y la mujer no sólo se enfrentan al mundo para conocerlo, o modificarlo, sino que también lo hacen objeto de una valoración. Esta temática es compleja en medio del mundo tan cambiante que vivimos hoy, donde hay que lidiar entre diversas corrientes o posturas frente al tema: algunos postulan un subjetivismo absolutista, es decir, que los valores dependen única y exclusivamente del sujeto; otros señalan que los valores son objetivos, en cuanto que estos están fuera del sujeto y éste último no puede modificarlos. El mundo que el mismo hombre y mujer ha edificado, está impregnado de un individualismo exagerado y peligroso, ya que desde esta perspectiva, todo es relativo al sujeto; dicho de otro modo, lo que es bueno para ti no necesariamente es bueno para mi. Esto es lo que hace tan compleja esta temática en nuestros tiempos, porque cuesta encontrar puntos de acuerdo al respecto, por lo tanto encontramos diversos tipos de crianza y maneras de ver la vida humana. No se trata de imponer ciertas posturas rígidas, sino de buscar y no renunciar a ciertos valores que son universales, y que de una u otra manera han regido en la existencia humana como lo son: el amor, la verdad, la libertad, la vida, entre otras. Sabemos que hay culturas que van adoptando determinados estilos de vida, como también cada una de nuestras familias introducen determinadas características que marcarán un estilo de crianza distinta a las demás. En esta decisión influyen una serie de variables, como lo son la propia formación en el hogar, la cultura originaria, la educación, la tradición familiar, entre otros ámbitos. He observado que hay familias que cuidan mucho este aspecto para la formación de sus hij@s, y otras donde al parecer no le otorgan mayor relevancia a este tema. Los valores deberían ser transversales a cualquier sociedad, y no ser un accesorio restringido sólo a ciertos círculos. Lamentablemente en estos últimos años, estamos viviendo una decadencia humana, hasta el punto que los anhelados valores que nos inculcaron nuestros abuelos y padres, hoy son relativos y nos resultan extraños y pasados de moda. La cultura de lo relativo y desechable, ha ido paulatinamente aniquilando valores que han sido ejes orientadores de la vida humana por mucho tiempo. La humanidad es testigo de como se tergiversan los valores, un botón de muestra es constatar como hoy se aplaude y se toma como modelo a seguir, a aquellas personas que engañan a otros para obtener beneficios personales, a aquellos que roban a otros en forma descarada sin que se den cuenta, aquellos individuos que buscan la manera de aplastar o destruir a otros a costa de obtener beneficios mezquinos; y por el contrario, es considerado un necio aquella persona que es justa, aquella persona que no perjudica a otros para obtener malamente beneficios propios. ¿Qué está sucediendo? Se valora al que es infiel, al que roba sin que lo pillen, al que miente y engaña para obtener beneficios de otros, al que roba luz, agua o cable al vecino sin que este se percate. Hay gente que anda constantemente pensando como cagar al otro, disculpen la palabra poco académica, pero creo que es un concepto que engloba el comportamiento asqueroso y denigrante de mucha gente hoy. Si hay adultos que optan por proceder en su vida de esta forma, que queda para nuestros hijos, que educación les estamos entregando, que ejemplo estamos proyectando, que futuro estamos forjando. Pienso que hay valores que son intransables, pero existe gente que está dispuesta a tranzar todo por cuestiones de dinero y poder. Tener, poseer, dinero, estatus, son metas que mucha gente hoy quiere alcanzar a cualquier precio; y esto es extremadamente peligroso ya que estamos incentivando a construir una vida con puras exterioridades, con cosas; descuidando por completo la esencia misma del ser humano (se vive de apariencias). Algunos pensarán que esto es un pensamiento romántico de la antropología clásica, pero es cuestión de agudizar la mirada a nuestro alrededor para darnos cuenta que la propia existencia humana hoy está amenazada, nuestra vida está en crisis y muchos no quieren reconocerlo. Hay parejas, familias y grupos humanos en crisis, pero muchos no quieren abrir los ojos para hacer algo al respecto: no hay peor ciego que aquél que no quiere ver. Cuánta gente vive, o cree que vive, cuando su vida se ha convertido en un infierno, cuando los hijos e hijas se les escaparon de las manos, cuando el amor ya no existe; y han hecho de sus vidas un desastre también con consecuencias a terceros porque se han autodestruído al perder lo verdaderamente humano, y se ha reemplazado por el todopoderoso dinero y poder. ¿Y para qué? ¿Qué hemos hecho? ¿Qué hemos conseguido?

Darnos cuenta de aquello que está mal, es el primer paso para cambiar lo que hay que cambiar, y en esto los valores son importantes y decisivos en la vida humana en general; ya que se convierten en directrices para la conducta, son los que dan a la vida humana, tanto individual como social, su sentido y finalidad. No puede concebirse una vida realmente humana sin ideales, sin una tabla de valores que la apoye. Explicar, justificar la vida implica siempre recurrir a una valoración. Vivimos constantemente haciendo y formulando valoraciones, son parte de nuestra vida cotidiana. La invitación es a construir sobre roca firma, para que nuestra vida personal y familiar pueda ser edificada sobre cimientos fuertes que resistan los avatares propios de la vida. Como seres libres e inteligentes, tenemos la tremenda posibilidad de corregir aquello que no está bien, podemos cambiar nuestras actitudes equivocadas, y tomar la decisión firme de modificar aquello que nos daña y esclaviza. La felicidad está mas cerca de lo que creemos, pero no la vemos porque somos ciegos.

Les deseo una muy buena semana y los insto a optar por ser felices de verdad, a disfrutar la vida, a aprender de ella, a convertir en aprendizaje todo aquello que nos suceda aunque a veces implique dolor y renuncia. SI EL GRANO DE TRIGO NO MUERE NO DA FRUTO.

QUIQUE